lunes, 14 de diciembre de 2020

CUENTO PROPIO

 LA MAMA CHILA

Como quisiera estar en aquel sofá escuchando la radio sonar y mi corazón palpitar ¿Cómo decía aquella canción? Ya no puedo recordar ¡ay! me gana la ansiedad cómo lo quisiera soltar pero no puedo, no puedo está dentro de mí, se adueñado de mi ser quiero gritar pero no puedo pues la voz que en mi habitaba me ha abandonado, recuerdo los bellos momentos que vivimos en mi hogar aquellas navidades festivas y los años nuevos alegres ¿Y qué pasó? ¿por que se acabó? 

Mamá Chila: Apúrate hija levántate, Apúrate que no se nos va a hacer tarde pa´ ir a comprar las cosas pa´ la noche. 

Toña: ya voy mamá que no ves que está bien de mañana, si eso va a ser hasta en la noche. 

Mamá Chila: Pue´si hija, pero acordate que en el mercado rápido se acaban las cosas entonces vamos a ir a comprar de mañana para aprovechar lo mejor y acordate también que tenemos que hacer los tamales temprano pa' cuando venga la gente ya esté todo listo. 

Toña: Va pues mamá espérame un ratito en lo que me baño y me cambió. 

Mamá Chila: apúrate pues cipota que vos sos bien pastelera y luego le agarra la tarde a uno. 

Ya en el mercado: 

Mamá Chila: buenas niña Chayito me da lo de siempre para hacer los tamales. 

Niña Chayito: ¿qué pasó niña Chila? ¿que tal como le ha ido? 

Mamá Chila: pues bien mire niña Chayito, que viera que solo con un dolor en la espalda ando. 

Niña Chayito: a deberás, mire pique unas cuantas cáscaras de jiote y lo pone en remojo y se está bebiendo el agua, verá que gueno es eso. 

Mamá Chila: de verdad, mire que esa no me la sabía ¿y usted qué me cuenta? 

Toña: mamá apúrate y no que andabas precisa, yo ya me quiero ir. 

Mamá Chila: mira cipota andate pa´ la casa vos, andate adelante a mi no me gusta cuando me andan apurando. 

Y así me mandaba para la casa y se quedaba ella chambriando con las señoras del mercado y es que como ella siempre andaba con una sonrisa de oreja a oreja la gente rápido le hacía amistad. 

Toña: ¡ay y esta mi mamá que no se apura! Después dice que yo soy la pastelera, ya tengo como 1 hora que vine del mercado y ella nada que aparece. 

Mamá Chila: ¡Toñaaa! Vení ayudame cipota. 

Toña: ¿y eso mamá? 

Mamá Chila: ¡ay! Es Que vieras que me estuve porque allá estaban rifando una canasta y pues yo me metí a la rifa y me la gane. 

Toña: ¡ay mamá! Esque usted donde quiera se mete. 

Mamá Chila: mira mejor callate Cipota y anda mata las gallinas para que hagamos los tamales. 

Y me iba yo corriendito a agarrar las gallinas para desgoyarlas. 

Ya como a eso de las 12 el relleno de los tamales ya estaba listo y mi mamá ya había venido del molino. 

Mamá Chila: ¡Toñaaa! ¿Ya atisaste el fuego? 

 Toña: si mamá ya lo hice. 

Mamá Chila: vaya pues, en lo que yo cocino la masa, anda a limpiar y ordenar las hojas de guinello en la mesa pa´ que cuando esté la masa ya esté listo todo y nos pongamos a hacer los tamales. 

Y allá iba yo a hacer lo que mi santa madre me decía. 

Ya cuando la masa estaba nos poníamos a tamaliar, nuestra vecina doña Olimpia llegaba a ayudarnos para que termináramos más rápido, ah que doña Olimpia era una loquilla, le gustaba bromear; recuerdo que una vez le regalaron un chucho y vengo yo de metida y me preguntó que cómo se llamaba a lo que ella me respondió: ¿cuál? Y yo como que era tonta se lo señalé y le dije ese y ella insistía: ¿Cuál? Y yo volvía a hacer lo mismo y así hasta que me enoje y le dije: ese que está hay que no lo ve ¿esta choca ya o que? Y ella que suelta la gran Carcajada y me dice: Cipota dunda, te estoy diciendo que el chucho se llama Cuál; ay y a mi que se me caía la cara de vergüenza y salió la viejita a contarle a todo el cantón. 

Bueno, bueno me quede en la hecha de los tamales, pues como a eso de las 3 de la tarde ya estaban los tamales es el fuego y es que mi papá siempre nos hacía un fuego extra en el patio de la casa porque de tantos tamales que hacía mi mamá que no ajustaban las dos ornillas que habían en la cocina. 

Cómo a eso de las 5 los tamales ya estaban y yo también, digo ya me había bañado y ya me había puesto el estreno que mis papás me compraban porque a esa hora ya empezaba a venir gente a la Casa, la primera que llegaba era mi Mamita chon ah que viejita, le gustaba llegar a comerse unos cuantos tamales, llegaba un rato a desearnos Feliz Navidad y a comerse unos cuantos tamales también y luego se iba porque a ella no le gustaba lo que pasaba más noche, también llegaba mi prima Elena con todos sus hijos mi mamá les daba tamales y se iba rápido ya más tardecita llegaba mi primo Mingo con las grandes bocinotas y es que como a las 7 empezaba la pachanga, poco a poco iba llegando la plebe a la casa a comerse sus tamalitos y pues claro a beberse unas agüitas locas también. 

Ya como a eso de las 10 de la noche empezaba la pachanga y como el patio de la casa era bien grande mi primo aprovechaba de llevar las bocinas para celebrar la navidad, todo era felicidad y risas sobretodo cuando Chebito el bolito del cantón ya andaba bien japi pues ese era el entretenimiento de todos, se ponía a bailar a medio patios y los bichos como son bien bayuncos lo vestían de mujer ja, ja, ja, mi primo le sacó un vestido a mi hermana y se lo pusieron y el Chebito feliz bailando las cumbias de Aniceto Molina y así todo era diversión hasta como a las 3 de la mañana que ya todos se iban y nosotros nos acostabamos a dormir. 

Lo mismo pasaba el 31 de diciembre y es que, qué bien se sentía festejar, eso pasaba año con año en mi casa desde que tengo memoria. 

¿Pero qué pasó? que de un momento todo eso se desmoronó. 

Año  2007 

Mamá Chila: ¡Toña! Andate para donde tu mamita Chon y le decis que allá te vas a estar con ella un rato, mientras yo voy al mercado a comprarle unas cosas a tu hermano Chungo. 

Toña: vaya Mamá pero me traes algo. 

Mamá Chila: ¡ay cipota! Solo pidiendo andas. 

Solo le hacía una carita de yo no fui y me iba corriendo por aquella finca que está detrás de la casa para donde mi mamita ¡ay y esque a mi me gustaba ir a donde mi mamita! Porque allá estaban mis primos y yo podía jugar con ellos y como yo era la única niña mi mamita y las nueras me consentían: que Toña vení te voy a peinar, Toña mira te compre esta muñeca, Toña medite esta camisa a ver si te queda, mmmm y mi primo Fidel que no se quedaba atrás yo era la niña de sus ojos, porque él ya tenía 5 hijos y todos varones y yo pues era la princesita de esa casa y mis primos que me protegían, Fidelito y Omar más que todo, se iban a la finca a bajar mangos de seda, como sabían que eran mis favoritos, al rato llegaban con nacaspilos y con coyoles que hallaban al pie de las palmeras, me prestaban sus juguetes, yo no jugaba juegos de niña pues todos mis primos eran varones y una vez jugando a las luchitas con mi primo Turo (huevo duro como yo le decía) me pego en la nariz y vaya chorros de sangre las que me salieron y es que él lo hizo de hecho porque no me quería, ve tú a saber cuando se enteró mi mamita, le dio una buena samaquiada con la chancla que hasta lastima me dio. 

Ya cuando mi mamá llegaba del mercado me gritaba desde atrás de la casa y como tiene un gran galillo que bien galán le escuchaba y me iba rapidito para la casa porque si no era capaz de irme a traer con un chilillo de guayaba si no le hacía caso. 

Ya llegando a la casa le preguntaba ¿qué me trajiste mamá? Y ya ella me daba una bolsita con unas tonteras rojas de las cuales nunca me aprendí el nombre siempre les dije uvitas y cuando las veía me emocionaba un montón pues eso a mi me gustaba y bastante. 

Y como ya saben que yo soy bien metida me ponía a registrarle las cosas a mi mamá y que veo que va comprando una pailona bien grandota, unos platos, tenedores y utensilios de hogar, me quedé extrañada pero no pregunté porque pensé que eran para la casa, pero ¡que va! La cosa era que mi hermano andaba anidando, ya se había conseguido una Cipota y ya se iba a acompañar y mi mamá de alcahueta le fue a comprar las cosas, ay fue senda chillada la que pegue ese día pues por si no lo sabían mi hermano Chungo era mi favorito pues el me consentía y me compraba cosas. 

Mi hermano el mayor no se quiso quedar atrás y a los diyitas se consiguió una suripanta que a saber de dónde la había sacado y mi mamá empezó con sus quejidos: ¡ay! Que estos cipotes me van a dejar sola, que ya se están yendo, ya solo quedan las Cipotas y estas ya se van a ir también no más consigan su voladito y me dejan sola.

Mas no sabía que el que se iba a ir era otro. 

 Año 2011

Solo recuerdo que mi mamá salió enojada de la casa, mientras que mi hermana se quedaba en su cuarto y es que yo no sabía que la dunda ya andaba con novio hay ta que cada salidita que daba ella tenía que andar yo con ella y eso a mi no me gustaba, yo prefería quedarme viendo tele en la casa que andar viéndola ella y a él novio, pero no yo tenía que andar con ellos, lo bueno es que siempre que andaba con ellos me compraban cosas de comer y el novio de mi hermana me prestaba su teléfono para mantenerme entretenida y así no los molestaba. 

Aunque me aburría, era chivo andar con ellos, habían momentos felices y ¿Qué pasó? ¿Por qué se acabó? 

 Ustedes dirán y esto qué tiene que ver con lo que dijiste al principio, pues tiene que ver mucho porque estoy tratando de recordar porque se me fue la felicidad. 

1 de enero de 2013

Mamá Chila: apúrate hija ayúdame a sacar las cosas para cuando venga el carro a traernos. 

Toña: ya voy mamá ¡ayúdame con el ropero que pesa bastante! 

Mamá Chila: ¡ay! y este tu papá que no se apura para que nos ayude. 

Y ese día ese 1 de enero nos despedimos de aquella casi, de aquel cantón, nos despedimos de la Casa de Chila, como todos la conocían, toda la gente nos despidió, pues no querían que nos fuéramos, pero mi hermana tenía que estudiar y no podía estar sola en la ciudad ¡ay mi pobre mamá! Como amaba su cantón, ella decía: yo no me hallo aquí, allá en el cantón si tenía hambre me iba a la finca a buscar piñicos y aquí nada.

Y así se la pasaba quejándose.

Año 2019 

Mamá Chila: hija vamos a visitar a tu abuelo Napo, vamos unos 2 días

 Toña: ay mamá yo no quiero visitar a ese señor, ni lo conozco, solo lo he visto 2 veces. 

Mamá Chila: vamos hombre, además dice que vamos a ir al río. 

Toña: vamos pues. 

Nos estuvimos 2 días donde mi Abuelo Napo y al regresar:

Papá: qué bonito va, ustedes bien galán se van a vaguiar y uno aquí aguantando hambre.

Mamá Chila: bueno y vos no tenes manos para hacerte comida. 

Papá: y vos que me andas faltando al respeto. 

Toña: más le falta el respeto usted a ella con esa vieja guanga con la que anda. 

Papá: cállate semejante… 

Y alzó la mano y de un solo la dejó caer sobre mi mejilla, primera vez que experimente eso, pues jamás en mi corta vida me había levantado la mano. 

Y fue esa la gota que colmó el vaso, él se fue y me quedé sola con mi mamá, fue muy duro al principio y creímos que el mundo se nos vino encima, pero no sabíamos lo que iba a pasar. 

Año 2020

Buen año todo pintaba bien, hasta que en marzo se decretó pandemia nacional, por un virus llamado covid-19, el cual te mata si tu cuerpo no está preparado y el de ella no lo estaba, por mala suerte, por mi mala suerte ella se contagió y no lo resistió hoy hace 2 meses que falleció y mi corazón se llevó y mi cordura también. 

Hoy me encuentro aquí en estas 4 paredes, me tienen con esta camisa que tiene mis brazos atados, dicen que para que no me haga daño, pero que más daño puede haber después de perderla nadie me visita, pues mis hermanos no quieren saber de mí, la única que lo hace es ella viene conmigo y nos ponemos a platicar, a veces hasta a jugar y otras veces me pone a hacer los tamales. 

Fin. 

Derechos reservados por Erika Martínez, autora del cuento. 

ESTE ES UN CUENTO COSTUMBRISTA TESTIMONIAL, FUE INSPIRADO EN MOMENTOS DE MI INFANCIA Y EN LA HISTORIA DE UNA AMIGA QUE PERDIO SU MADRE A CAUSA DEL COVID-19 Y DEBIDO A ESO TAMBIEN PERDIO LA CORDURA, NO SOY ESCRITORA, NO ES PERFECTO, PERO SALIO DESDE LO MAS PROFUNDO DE MI CORAZON ESPERO LES GUSTE Y RECUERDEN DEJAR SU COMENTARIO DE QUE LES HA PARECIDO, BENDICIONES Y GRACIAS POR APOYAR MI BLOG.









7 comentarios:

  1. Muy buen contenido, muy bien explicado, muy recomendado para lectura a los estudiantes.

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  2. Es una lectura muy agradable.... me gustó mucho... muy bonito cuento.

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  3. Excelente cuento me gustó mucho habla de las realidades que muy pocas veces se cuentan felicidades a la autora

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  4. Me ha parecido un cuento muy bonito, tiene mucho sentimiento y realmente logras transmitirlos. Me encantó.

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  5. Excelente cuento ☺️ nos tra muchos recuerdos de las cosas que uno ha vivido, y de las palabras que nuestros abuelos usaban felicidades

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